Soy de Cartagena, Murcia. A los 17 años me matriculé en lo que antes se llamaba “exactas” y ahora se conoce como Grado en Matemáticas. La terminé en 5 años: en parte porque me gustaba salir, viajar y, para qué mentir, porque era complicá. Eso fue lo que me llevó a Valencia a hacer un Máster de Bioestadística, donde llevo 6 años viviendo.
Valencia es la mejor ciudad para vivir según la revista Forbes, supongo que fue eso lo que me enganchó: hice grandes amigos, desarrollé mi carrera como investigadora en el Hospital Clínico de Valencia (INCLIVA) y entendí qué es la paella porque en el resto de España, dicho sea de paso, no tenemos ni idea. Y fue justo ahí donde se despertó mi ingenio: en las escaleras de la Calle Poeta Artola; el edificio donde vivía con mis 4 amigas-compañeras de piso.
Durante los meses de confinamiento (año 2020), que a nadie dejaron indiferente, empecé a escuchar el podcast Se Regalan Dudas mientras subía y bajaba las escaleras del edificio para hacer eso que, irónicamente, tanto se puso de moda: moverse. A mí me movió tanto la mente que, para cuando empezó la desescalada, había llegado a muy pocas conclusiones sobre nada pero me había dado cuenta de una cosa muy importante: la vida.
"David estaba dentro de ese bloque, yo solo quité lo que sobraba" - Michelangelo Buonarroti
Eso fue lo que dijo el pintor de la Capilla Sixtina cuando le preguntaron por su obra maestra El David. Y eso fue lo que yo hice: quitar todo lo que sobraba. Si lo miro con perspectiva me lo monté bien: le dije a mi querido y admirado jefe que renunciaba, me colgué la mochila, me fui 4 meses a México y publique mi propio podcast Memorias de un viaje, donde cuento a través de entrevistas Las 10 historias que me inspiraron.
"Nadie se arrepiente de ser valiente"
Desde entonces me dedico a enseñar estadística en la universidad, a divulgar mi conocimiento sobre ciencia y viajes y a contar historias. Lo único que no me gusta de la vida son las aceitunas, por lo demás me parece brutal. A la vida se viene a veranear.